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  • François Saleh sx

Misioneros Javerianos en Marruecos

29 Diciembre 2023 1572

Puente de fraternidad

Los misioneros Javerianos responden al lema de nuestro fundador que dice: “Hacer del mundo una sola familia”. Dentro de esta familia, caben todos, no hay distinción de etnias, de culturas, de sensibilidades, de situación social, etc. Compartimos la dignidad humana. Con esta visión, nos sentimos puentes de fraternidad, artesanos de lazos fraternos. En esto el Papa Francisco nos motiva diciendo en Fratelli Tutti: “El aislamiento y la cerrazón en uno mismo o en los propios intereses jamás son el camino para devolver esperanza y obrar una renovación, sino que es la cercanía, la cultura del encuentro. El aislamiento, no; cercanía, sí. Cultura del enfrentamiento, no; cultura del encuentro, sí”. Desde luego, los Javerianos pensamos que abrirnos al mundo de otra religión ahonda en esta dinámica de fraternizar, siendo cristianos, con otros creyentes es un testimonio vivo y expresión de una fe abierta y capaz de convivencia y hermandad. Por eso la presencia nuestra en Marruecos nos permite entablar humildemente este camino.

Puente interreligioso

El famoso término “diálogo interreligioso” en la actualidad implica pasar del discurso de los profesores o conferenciantes a una praxis vivencial. Sin hacernos protagonistas, los javerianos en Marruecos respondemos al ideal de ser puente entre el occidente y el mundo musulmán. Eso implica facilitar los encuentros de fraternidad entre cristianos y musulmanes, entre europeos y africanos, entre fe (cristiana y musulmana) y culturas diversas, entre cristianos y las demás creencias. En efecto, como lo dijo el rey de Marruecos Mohammed VI en su discurso de acogida al Papa Francisco en 2019: “el dialogo entre las religiones abrahámicas (judaísmo, cristianismo e islam) es manifiestamente insuficiente en la realidad actual. En el momento en que los paradigmas se transforman, en todos lados y aspectos, el dialogo interreligioso debe crecer”.  Para el rey, “las tres religiones abrahámicas no existen para tolerarse, por resignación fatalista o simple aceptación altruista. Ellas existen para abrirse una a la otra y para conocerse, en un valiente concurso haciéndose el bien una a la otra”. Desde luego, el testimonio vivo nos invita a considerar el diálogo interreligioso como una misión. No somos sacerdotes o misioneros solo para los cristianos (“Tu eres sacerdote para siempre según el rito de Melquisedec” dice la Biblia, y Melquisedec no está encerrado). De hecho, la Biblia nos dice: “recibiréis fuerza para ser mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta los confines del mundo” (Hch 1,8). Expresamos este diálogo en Marruecos de varias maneras.

Puente de fraternidad espiritual y de respecto

¿Qué hacen de manera concreta los javerianos en Marruecos? ¿Por qué “pierden” el tiempo allá mientras hay cristianos que los necesitan en otras tierras? Son preguntas que suelen llegar a la mente de los que nos conocen de lejos. Los javerianos viven en Fnideq, Castillejos, justo al otro lado de la ciudad de Ceuta, en la archidiócesis de Tánger, norte de Marruecos. En Fnideq, una ciudad con unos 80.000 habitantes, los únicos cristianos que allí viven somos nosotros los misioneros javerianos, y claro está, vivimos totalmente inmersos en la realidad de nuestros hermanos musulmanes. La comunidad cristiana, una docena de personas más o menos, se reúne los domingos en M’diq, a unos 20 kilómetros. En Fnideq nos sentimos bien acogidos y en familia.

Los pequeños puentes que se van haciendo podrían ser:

1. La oración

Cuando los hermanos musulmanes se dan cuenta que los cristianos (representados por nosotros los misioneros javerianos) rezan, eso los impacta positivamente. Y también, cuando el almuédano llama a la oración musulmana, nosotros sentimos la invitación de orar, de confiarnos en Dios, de recordar siempre a Dios. Desde luego, hay como si fuera una sinfonía espiritual pero con diversidad de culto y de credo. Oramos por ellos, los atendemos en la medida de lo posible, pues somos enviados a ellos para testimoniar la fraternidad.

2. Encuentros de corazón

Hay momentos puntuales de convivencia en los que construimos puentes. Celebramos con nuestros hermanos musulmanes la Jornada internacional de la fraternidad humana instituida por el Papa Francisco. Celebramos la jornada internacional de la convivencia en paz promovida por el Cheikh Khaled Bentounes, un musulmán; celebramos el 3 de diciembre a San Francisco Javier, patrono de las misiones y nuestro santo patrón, modelo de apertura a diversas culturas; tenemos un centro socio-cultural en el que el diálogo de la vida con las obras concretas se hace visible, etc. Las actividades o iniciativas durante todo el año son múltiples y se las debemos a Dios.

3. El ser es más atractivo que el hacer

Nuestra presencia es de testimonio y no como una ONG más. Se trata de una presencia de encuentro, de amor y de estar presentes sin la presión de hacer por hacer. Creemos que esta actitud es también evangélica y tenemos como imagen a María cuando visitó a su prima Isabel. El texto no menciona el regalo que le trajo ni las actividades que hizo, pero menciona la alegría del encuentro, del estar juntas. Así, damos testimonio de que es posible vivir juntos entregándonos totalmente los cristianos por los musulmanes y vice-versa. El mundo actual necesita este tipo de testimonio. Cuando un hermano musulmán se sacrifica por mí, reza por mí, y me pide rezar por él, me pide dar testimonio de mi fe ante los suyos sin pretensión de proselitismo sino de respeto de creencia, es signo de que el Reino de Dios ha llegado hasta los confines de la tierra. Con nuestra presencia caen los prejuicios negativos que tienen los cristianos de los musulmanes y vice-versa.

4. Puente entre occidente y el mundo musulmán

tenemos costumbre, desde hace unos años, de vivir la semana santa con jóvenes europeos que vienen a nuestra comunidad de Marruecos para celebrar esos días tan importantes para nosotros los cristianos. Son también momentos de encuentro espiritual y fraterno con un grupo de musulmanes sufíes y otros amigos. Estas experiencias vividas con nosotros los javerianos en Marruecos permite a estos jóvenes comprender el mundo musulmán de otra manera, y también les ayuda a descubrir su identidad cristiana de otro modo, con más fervor si cabe.

Desde hace unos años estamos organizando campos de trabajo en verano, con ellos queremos favorecer una cultura de la fraternidad, del diálogo interreligioso e intercultural de manera clara.

Así con sencillez intentamos hacer presente el Reino de Dios en Marruecos.

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